Partidos políticos: ¿competencia, monopolio u oligopolio?

Actualmente Chile cuenta con 11 partidos[1], estos son: Renovación Nacional, Unión Demócrata Independiente, Demócrata Cristiano, Radical Socialdemócrata, Partido por la Democracia, Socialista, Comunista, Nacional de los Independientes, Humanista, Acción Regionalista de Chile, Movimiento amplio social y Ecologista del Sur. En tanto que  en proceso de formación hay solo un partido y ocho intentos fallidos[2]. 
Para ser elegido Presidente se requiere el 50% + 1 de los votos. Como ningún partido tiene el apoyo suficiente para convocar este porcentaje, los partidos se agrupan en tres coaliciones políticas: (1) La centro-derecha Alianza por Chile, (2) La centro-izquierda Concertación de Partidos por la Democracia; y (3) La izquierda Juntos Podemos Más. Dominando los dos primeros bloques.

Para lograr un escaño en el Congreso opera el sistema binominal, diseñado para producir representatividad y competencia[3]. Sin embargo, en la práctica  es imposible que partidos pequeños accedan a un escaño. 

En mi opinión el poder en la organización de los partidos políticos se agrupa por las influencias y obtención de proyectos legislativos en el Congreso, siendo este factor, hasta más importante que el número de inscritos en cada partido. Descarto que la organización de los partidos políticos funcione como un modelo en competencia perfecta, la evidencia indica que: (i) los partidos han tenido que fusionar creando coaliciones para lograr representatividad, (ii) la información, acuerdos y consensos tienen altos costos de coordinación (asimetría de información); y (iii) el campo político no da apertura a partidos pequeños sin influencia. 

La hipótesis de monopolio, puede ser cierta dado que: (i) los partidos integrantes de una coalición acatan acuerdos controlando el curso de los proyectos de ley; (ii) se reparten las circunscripciones; y (iii) desaparece del  campo político todo partido o conducta díscola contraria. Asumir esta hipótesis conlleva a reflexionar sobre la reducción del excedente de la sociedad. Y que el óptimo del poder monopolista sería proveer acaso de menos proyectos de ley? a un precio más alto fijado por el propio poder del monopolio. El precio de la negociación.   

Una segunda hipótesis es que el poder de los partidos se organiza como oligopolio, también es una opción viable, debido a que se cumple que: (i) la entrada al campo político está restringida; y (ii) hay una interacción estratégica tanto entre los partidos políticos que conforman las coaliciones; así como también, entre las coaliciones y los pequeños partidos que podrían influenciar el curso de un proyecto de ley.

Se descarta la organización de los partidos del tipo Bertrand o Cournot como oligopolio, debido a que incluyen solo estrategias simples que no tratan de influir. Todo lo contrario al rol asignado a la coalición o al partido y a sus interacciones complejas, que incluyen castigos y hasta amenazas. Se descarta también el tipo de oligopolio Stackelberg, pues es imposible que a medida que las coaliciones copen todo el campo político (análogo al mercado), converjan a la otra demanda, o en otras palabras, a otro tipo de simpatizante. 

¿Es entonces un oligopolio tipo cartel?, bajo el supuesto teórico, creo que es el modelo que más se ajusta al actuar y organización de las coaliciones, quedando simplemente la opción de: colaborar o desertar.
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[1] Servicio Electoral. Visita página web 8.8.2010 http://www.servel.cl/servel/index.aspx?channel=306 [2] Las iniciativas que caducaron como partido son: Chileve, Nueva fuerza nacional, Partido ecologista, Partido progresista, Movimiento unitario nacional, Sol - partido del pueblo, Movimiento democrático de los pueblos, Partido adulto mayor. [3] Por otra parte, al revisar los balances presupuestarios de cada partido, se observan diferencias entre un partido ya consolidado con un partido pequeño, al comparar los activos y pasivos, las ganancias, los patrimonios, el capital propio, los gastos electorales, entre otros.